Oleo sobre Tela

Byron quizás es mejor conocido por su trabajo en Oleo sobre Tela, sobre todo en formatos grandes (mayores a un metro por lado)

La etapa inicial de la obra pictórica de Byron Gálvez se alimento de los principios del expresionismo. Y principalmente del expresionismo abstracto aunque también con fuerte influencia de artistas universales tales como Carlos Mérida, Rufino Tamayo, Santos Balmori, Kandinsky, Wilfredo Lam y por supuesto Picasso, pero quizás de igual importancia es la influencia técnica y pictórica de artistas clásicos tales como Rembrandt y Caravaggio.

Estas primeras obras de Byron Gálvez nos enfrentan a varios factores que serán fundamentales y decisivos en toda su producción: por supuesto, un dominio técnico, una capacidad inusual en el manejo de los volúmenes y los colores fríos, su temperamento rebelde y contestario ante una realidad que pretende unificar al ser humano mediante tábulas rasas y normas ortodoxas, su conocimiento en el manejo de la simultaneidad de los planos y sus cualidades como colorista.

Después de algún tiempo trabajando como expresionista, Byron regresa definitivamente al figurativismo geometrizante alrededor de 1980 que es cuando exhibe su exposicion con el tema "Mujer" en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México. Ha sido este su tema casi exclusivo desde entonces, aunque podemos también apreciar excursiones menores a otros temas: de regreso al abstracto, de regreso al paisaje expresionista, el arte erótico, el arte taurino: todo por supuesto con un toque muy especial.

En sus oleos se vive una celebración de la vida: las figuras bailan y viven en una constante fiesta, a veces erótica, otras mas inocente . El claroscuro (técnica que Byron toma prestada de Rembrandt) nos da una luminosidad en la obra que enmarca esta celebración, esta obra teatral.

Podemos estar seguros de que la exploración de Byron Gálvez de este medio no ha terminado. Y que sus figuras, planos, colores, texturas y composiciones seguirán allí: listos para estimular nuestra imaginación, deleitar nuestra vista y elevar nuestro espíritu.